domingo, 23 de septiembre de 2012

Carrera de ultrafondo: Madrid - Segovia, 102km

Tras 2 años de mucho ciclismo, esta primavera me apetecía volver a correr, aunque esto suponía comenzar desde abajo y tener paciencia, los que ya me conoceis sabeis que de eso, muy poco, aunque la cosa está cambiando.
La impaciencia, unida a los pocos estiramientos en mi rutina de los últimos tiempos desembocaron en una lesión de rodilla, la cual mi compi y gran fisio, Juanbi (althea, fisioterapia) logró recuperarme en un tiempo record.
Tras el parón reinicié los entrenos, buenas sensaciones y muchas ganas, necesitaba un reto, y ahí estaba, una carrera de ultrafondo, Madrid-Segovia, un reto de este calibre siempre me había rondado la cabeza, me daba mucho respeto, tras el mes de Junio de entrenos regulares, tomé la decisión en firme, con el temor a una recaida de la rodilla, puesto que los entrenos largos iban a ser una constante, y el tiempo que llevaba sin ser constante en cuanto a carrera a pié, me inscribí, de lo único que estaba muy seguro es de mi fuerza mental para este tipo de retos, y esto es un punto a favor muy importante.
El plan a seguir lo conseguí ojeando por internet, más o menos lo fuí siguiendo, las 2 últimas semanas de Agosto fueron un caos, 14h diarias de trabajo me hacían llegar agotado a casa y saqué muy poco tiempo para entrenar, apenas las tiradas largas, el tiempo se echaba encima y las dudas también, en Septiembre la rutina fué a mejor y la seguridad volvia a mi.

La carrera:

Llega el gran dia, los dos dias anteriores envuelto en nervios, preparativos, la noche anterior, aunque pocas horas, duermo bien, y me despierto antes que el despertador, a las 5am, pensando en que llevar en la salida, si mochila o cinturón, lógico puesto que me acosté con ese mismo pensamiento.
La primera idea era salir con mochila, en ella llevaba agua, geles, barritas, compeed, espidifen, para ser autosuficiente en muchos km, pero la idea de ir más ligero los primeros km hasta Colmenar me rondaba y finalmente decidí que me la llevaran allí, teníamos etiquetas para dejar una mochila en Colmenar, Cercedilla y Segovia.
Salgo con tiempo de casa, y estoy en Plaza de Castilla a las 7:20h, enseguida veo a Daniel que me saluda y a Urre, ambos muy motivados.
Dejo las mochilas en los sitios indicados, asegurándome que la depositan bien, a continuación a ver a los amigos, cuando recibo la llamada de Diego, me desea suerte y finálmente me dice que está allí, que sorpresa, el tio se dió un madrugón (vive en Toledo) para estar allí animando, un detallazo por tu parte, muchas gracias.
Pasan los minutos y tras desearnos suerte nos colocamos y dan la salida, el inicio es tranquilo, a lo que no estoy acostumbrado, cada uno va a su ritmo, gente andando, trotando suave, y yo inicio un trote tranquilo, tras pasar Fuencarral, Montecarmelo, tomamos el camino que nos dirige a Tres cantos, a buen ritmo, la mañana no es nada fresca, y esto no me gusta demasiado, pasan los km y el ritmo es bueno, apenas ando, salvo una subida, llegamos al primer habituallamiento, Tres cantos, he de decir que en todos hay que sellar un papel que llevamos, esto es obligatorio, sin el te descalifican.
Siguiente objetivo, Colmenar, seguimos un tramo por el carril bici, hasta que retomamos el camino, alguna que otra nube se agradece, pero parecen que por desgracia van desapareciendo y la temperatura va en aumento.
En este trayecto hay más subidas, ando en las más exigentes siguiendo los consejos de los que de esto saben mucho, así vamos divisando Colmenar, y llegamos, km 26 con calor pero buenas sensaciones.
Según llego, me sellan y paso a por la mochila, las tenían en grupos y según mi número una voluntaria busca y no está, la primera reacción es de incredulidad, espero que aparezca, buscan y nada, no me gusta nada como lo tienen organizado porque allí llegaba cualquiera y cojía sin problema las mochilas, pero bueno, tras cerca de media hora y viendo que no estaba, mi mosqueo era tremendo, me fuí con ganas de patearlo todo, pero no quedaba otra que continuar, cambiando la estratejia de carrera, me limitaba mucho porque el cinturón que llevaba contenía una botella para líquido, y un bolsillo en el que cabe el móvil, el dinero y el papel de control, poco más, me obligaba a beber, comer y cargar liquido en cada avituallamiento, si o si, y mi estrategia era comer en carrera, parar lo justo para coger liquido.
Me voy encontrando a conocidos de los entrenos que organizaba la organización y poco a poco se me va pasando el enfado, llegamos al puente medieval, como algo, bebo, cargo bidon y a seguir, así hasta Manzanares el Real, km 45, el calor obliga a beber mucho y me concentro en esto, ahora aparte de cargar el bidon, me llevo una botellita de agua en la mano, nos dirigimos a Mataelpino.
Llego al km50 y cada vez veo a más gente andando, sigo con los trotes en llano y en bajadas y andando en las subidas, muscularmente es positivo, una cuesta considerable me lleva a la plaza de Mataelpino, donde el abituallamiento es muy variado, repongo fuerzas y sigo, he pasado del km55 y la respuesta del cuerpo es una incógnita, con lo cual, tranquilidad.
El siguiente objetivo (porque así me lo tomé, pequeñas metas) era llegar al habituallamiento de la Barranca,esta  parte la conocía de los entrenos ya realizados, y lo tomé con paciencia, sobre todo una subida que llega a dicho lugar y que es de más 2km durillos, el calor es agobiante y paso a varios corredores bastante tocados, llego bien, sello, bebo, cargo y rumbo a Cercedilla, unos 6km, con una subida exigente y luego todo para abajo, en esta subida noto el cuadricep muy tenso y al llegar arriba me da un tirón, muy doloroso y que logro controlar, la cosa se calma e inicio la bajada, logro volver a correr y esto me anima, dirijo a un trio, compuesto de 2 chicas y un chico, que dudan en varios cruces entramos en Cercedilla y llego al polideportivo con la poca esperanza de que hubiera ido allí a parar mi mochila, son las 6:15 y km 63.
Mi sorpresa cuando veo a Roger y Clara, que se desviven por ayudarme, tras recojer la mochila en la cual llevo las cosas necesarias para encarar el siguiente tramo, el más exigente y que consiste en frontal, ropa de abrigo, manta térmica, silbato, pero mi ansiada mochila tampoco está aquí, con lo cual y tras comer algo de paella, estirar y asearme un poco, me pongo una camisata que me dejó Roger, pueso que solo eché de manga larga esperando mas fresco, aquí también paré demasiado tiempo, como 50' pero no importaba el tiempo, la meta era llegar, salgo a las 7:10 rumbo a encarar la subida de laFuenfria, Paola está esperándome en el inicio, la veo, la dejo mi gorra, gafas, se interesa mucho por mi estado, porque me ha visto andar raro, me da vaselina, la cual me aplico en ingles porque si que me molesta, y se preocupa por los pies, le quito importancia, me da el empuje de ánimo que me faltaba y sigo hacia arriba, estas pintas llevaba, con todo por ahi colgando:



Con la cremallera del bolsillo del cinturón rota y pendiente de que no se cayera nada.
En la subida me fuí encontrando grupos, de charleta y buen rollito, la planta del pie derecho cada vez me dolía más y yo pensaba en la bajada que me esperaba, charlando con un veterano de 67 años y contándole mi movidita mochilera y que lamentaba no tener los compeed, me dijo que el tenía de sobra y me ofreció uno grande, lo acepté, paro y me lo coloco, no sin trabajo, porque cualquier postura cuesta un triunfo.
La mejoría es considerable, me permite apoyar mejor y llego al avituallamiento del alto de la Fuenfria, km 80, aquí me coloco el frontal, me tomo dos vasos de caldo y magdalenas que me asientan el estomago, el cual llevaba algo revuelto, ha caido la noche y el inicio de la bajada es complicado por ser pedregoso, me lanzo andando, me siguen dos y poco a poco avanzamos, hasta que se acaban las piedras varios km abajo, a partir de aquí comienzo a trotar, y así voy pasando corredores, puesto que casi todos andan, alcanzo al que me dió el compeed y se lo vuelvo a agradecer, lo cual le alegra mucho, sigo avanzando y pasando a bastantes corredores tengo molestias pero después de lo pasado es soportable, muscularmente, pues justito, cargado, como todos, pero mentalmente muy fresco, y esto ayuda mucho, hasta que llego al último avituallamiento en la cruz de la gallega, desde aquí se divisa muy bien Segovia, parece que está ahí al lado, pero quedan 9km, me tomo un café y a seguir, paso a dos chicas, las mismas con las que llegué a Cercedilla, y a varios más y en un cruce me despisto pero rápido me doy cuenta y rectifico, me uno a dos chicos que había adelantado antes y sigo con ellos hasta Segovia, van muy justitos de todo, sobre todo mentalmente, les doy charla intentando evadirles del agovio y así entramos en Segovia, los 2 ultimos km se hacen larguísimos, no cruzamos con gente que nos anima, oimos el griterio de la plaza, ya está ahí, me asombra porque hay mucha gente, habíamos decidido entrar corriendo y así lo hicimos, los pelos como escarpias, escalofrios y entrada bajo el acueducto, OBJETIVO CUMPLIDO.
Gran experiencia, me quedo con el compañerismo, gran organización y voluntariado de lujo, a pesar del error.
En cuanto al tiempo, me dió igual, pero para la próxima iré a mejorarlo, puedo rebajar 2h,30' fácilmente.
Con lo que desde ya la tengo como fija el próximo año.

2 comentarios:

Juanvi dijo...

Me ha encantado leerla..pero mas me hubiera gustado haberte podido pegar un grito de animo en alguna cuesta o durante la noche!!
Eres un crack y encima en la crónica no parece ni que te haya costado esfuerzo...lo haces fácil!!!
..pero esto ha sido una machada!! como el IM y otras que llevas en las patas!!
FELICIDADES Y ENHORABUENA por saber disfrutar!!!

Nachosan dijo...

Enhorabuena Juanito! Tienes toda mi admiración!
Un abrazo grande como tú!